Descripción
El aceite esencial de lavanda, igual que el arbol de te, se puede utilizar directamente sobre la piel sin diluir, pero antes de aplicarlo en grandes zonas es mejor comprobar que no tenemos alergia poniéndolo en una zona más pequeña y esperando a ver la reacción de nuestra piel.
- Para las arrugas puedes añadir unas gotitas a tu crema hidratante o hacerte con un aceite específicamente formulado para esto y utilizarlo a modo de sérum.
- Para tratar granitos, ya sean de acné o picaduras, pon unas gotitas en un algodón y aplícalo directamente durante unos minutos.
- Para aliviar el dolor de cabeza frota tus sienes con una mezcla de 10 gotas de aceite esencial de lavanda, 2 de menta y aceite de argán. O más fácil todavía, echa unas gotitas en una compresa fría y aplícala sobre la zona de la cabeza que te duela.
- Para tratar el insomnio puedes hacerte un spray con el que rociar tu almohada cada noche. Basta con poner unas gotas en un recipiente con spray y mezclarlas con la cantidad de agua que prefieras, según el aroma que quieras obtener. Otra opción es colocar un pañuelo o un algodón con unas gotitas dentro de la funda de la almohada o añadir el aceite en la bañera con agua caliente para darte un baño relajante.
- Para tratar catarros y bronquitis leves puedes utilizarlo para hacer baños de vapor e inhalaciones con unas gotas diluidas en agua bien caliente.
- Para limpiar colchones y alfombras. Sí, incluso tiene esta utilidad. Hay que mezclarlo con bicarbonato, dejarlo actuar durante un ratito y después pasar la aspiradora.
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